miércoles, 18 de julio de 2012

Jordania, tierra de Nabateos



Mi primer destino post Salva, lo cual significa que el blog vuelve a mis manos…

Después de una apurada despedida, porque nos dormimos, partí dejando a mi amor en Sharm pronto para retornar a los pagos…

Luego de una mañana de aduanas y controles aduaneros llegamos al reino de Jordania (atención padres: cuando vayan a nombrar a sus hijos se les solicita no elegir nombres de origen árabe, porque gracias a ellos demoramos en la frontera, a los israelitas y jordanos les resultan sospechosos)…
Jordania me  sorprendió por su historia y sus construcciones antiguas, pero sobre todo por su vinculación con la historia religiosa (que no esperaba encontrar hasta llegar a Israel), tiene la tumba de Aarón, se cree que Jesús se bautizo en las aguas del rio Jordán y son cuna de los nabateos, pueblo importante en la historia bíblica…

Paseamos por  Wadi Rum, vimos el pozo de Laurence de Arabia y nuevamente pasamos la noche en el desierto, esta vez en carpas… . El desierto Jordano no es ni parecido al de Dubai, ya qua hay formaciones rocosas muy altas, como montañas y  la arena es roja en algunas partes lo cual le da un toque distinto.


 

Antes de irme a dormir observe las estrellas desde la entrada de mi carpa VIP (pedí cambio porque la mía original estaba al lado del ruido del bailongo nocturno que se arma y necesitaba doooorrrrmiiiirrrrr). De mas esta decir que el cielo nocturno que veo no es el mismo que el de casa, no puedo identificar casi ninguna estrella,  de este lado el cielo tiene menos y solo se ve un poquito la vía láctea, aun así sigue siendo hermoso.

Día dos partimos hacia Petra, pasamos por la tumba del hermano de Aaron y luego entramos a la antigua ciudad de los nabateos, “el tesoro”, (ese edificio de la peli de indiana jones, por lo que Petra es mas conocida en nuestros días) es una estructura linda, pero al lado de todo lo que hemos visto, nada impresionante.



Lo importante a destacar es que Petra es una ciudad escondida en el medio de rocas gigantes y el llegar hasta ese lugar es lo que impacta, se accede solamente caminando, en caballo, mula o camello y es impresionante pensar que a través de esas rocas existieran hace mas de dos mil años, caminos con esculturas, casas, templos, tumbas y teatros.

Con las gurisas lo recorrimos de punta a punta  y fuimos hasta un lugar un poco alejado del resto que se llama “el monasterio” y desde allí a un mirador, la vista de las montañas rocosas es espectacular y “el monasterio” me impacto mas que “el tesoro”, porque esta intacto.





Fuimos las ultimas en llegar al hotel pero valió la pena. Próximo destino Israel…